La miel es un alimento perfecto para tomar en pequeñas cantidades durante el proceso de la gestación, ya que es fuente de minerales y vitaminas. Puedes tomarla untada en una tostada con mantequilla para desayunar o mezclada con leche caliente antes de acostarte.
Compuesta por un 80% de hidratos de carbono (procedentes de sus azúcares) y un 20% de agua, es muy rica en enzimas y ácidos orgánicos. Te resumimos las numerosas propiedades terapéuticas:
• Contiene ácido fólico, que estimula la formación de glóbulos rojos.
• Estimula la formación de anticuerpos gracias al ácido ascórbico, el magnesio, el cobre y el zinc.
• Facilita la digestión y asimilación de otros alimentos.
• Regulariza el funcionamiento intestinal.
• Posee propiedades sedantes que actúan contra el insomnio.
• Descongestiona los bronquios y suaviza la garganta.
• Es un alimento altamente energético.
Debes prestar atención con el tipo de miel que compras, ya que para que conserve todos sus nutrientes es primordial la forma de su extracción y manipulado. La de mejor calidad la puedes adquirir en granjas que tienen colmenas y la fabrican artesanalmente.
El color de la miel también nos da información sobre su valor nutricional: cuanto más oscura, más rica en minerales y vitaminas B y C. En cambio, cuanto más clara, más rica en vitamina A.
El color de la miel también nos da información sobre su valor nutricional: cuanto más oscura, más rica en minerales y vitaminas B y C. En cambio, cuanto más clara, más rica en vitamina A.
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